El respeto en la pareja



El Respeto en la pareja

El respeto en una relación es el reconocimiento de los sentimientos e intereses del otro. Este concepto implica un interés generoso por el otro, que trasciende las obligaciones que pudieran existir.

El respeto nace del reconocimiento del valor de la persona, por su comportamiento o por las habilidades que posee, de aceptar y comprender al otro a pesar de sus diferencias.

Es esencial para que una relación de pareja funcione, que esté basada en el amor, la comunicación y el respeto, estos tres pilares permiten llevar una vida en común rica y satisfactoria. Es esencial que este respeto abarque a la propia persona, a su pareja y a la vida en común.


La vida en pareja:

Para que la pareja se mantenga unida, es indispensable mantener el respeto mutuo, aunque puedan surgir dificultades y diferencias.

En los comienzos de la pareja, todo es felicidad, pasión e ilusión. Se ve al otro como un ser perfecto. Pero a medida que transcurre el tiempo, los sentimientos van disminuyendo y aparece la rutina, el desencanto, el aburrimiento, los malos entendidos, las discusiones. Estas situaciones son parte natural de la convivencia, aún en las parejas más enamoradas y no son motivo de ruptura cuando la relación es saludable. Mientras se mantenga el respeto, la pareja podrá sobrellevar las diferencias y los malos momentos.

Una consideración necesaria para la vida en común es la de distinguir entre la vida personal, la del otro y la convivencia. No se debe renunciar a la individualidad para dedicarse al servicio de la otra persona, pues esto afecta a la propia persona, pero también a la relación de pareja.

• El respeto a sí mismo:
Para la vida en pareja, es tan importante el respeto al otro como el respeto a uno mismo. Esto significa mantener la dignidad, no permitir los abusos ni malos tratos en nombre del amor. Este respeto impide que durante los momentos de crisis, cuando uno de los miembros de la pareja muestra signos de querer abandonarla, el otro se humille para intentar mantener el vínculo. Dicha actitud sólo empeora las cosas. La forma correcta de encarar una situación semejante es mantener la dignidad. No es dejar de luchar por la relación, sino que debemos intentar mejorar las cosas o nuestra persona, para lograr que el otro se quede.

• Respeto hacia el otro:
Esto implica aceptar las diferencias (en cuanto a la personalidad, gustos, ideas, costumbres) sin pretender cambiar al otro, aceptando sus cualidades y defectos. También presupone interesarnos en su vida, su trabajo, su familia, sus proyectos, su estado de ánimo. El respeto incluye tratar al otro con educación, darle sus tiempos al hablar, escucharlo, interesarse, opinar, evitar ante todo los insultos o descalificaciones de cualquier tipo.

• Respeto hacia la relación de pareja:
La mejor manera de mostrar respeto hacia la relación es esforzándonos para que funcione. Para esto es necesario establecer una buena comunicación, lo que permite el mejor conocimiento de la pareja y facilita la relación. Un elemento que debemos considerar es que las personas cambian con el tiempo. Estos significa que los cambios pueden afectar a lo que antes considerábamos positivo de la pareja y que puede tornarse origen de conflictos.

Drs. Mireya Torres Pabon

Mantener una excelente relación duradera a largo plazo.


Mantener una excelente relación duradera a largo plazo.

Algunos consejos para la pareja.

1. Comunicación.
La buena comunicación es esencial. Esto significa la importancia de ser capaz en todo momento de escuchar abiertamente, hablar claro y con sinceridad e interpretar correctamente otros signos de comunicación no verbal (enfado, cansancio, preocupación, distanciamiento, irritación, ilusión, entusiasmo...)

2. Apoyo inequívoco.
Esto significa una disposición total a apoyar todo lo que es bueno para tu pareja. Esperando y apoyando sus éxitos y máximos logros.

3. Autoestima.
Para ser un excelente compañero, primero debes preocuparte de estar bien contigo mismo. Preocúpate de tus necesidades de todo tipo: espirituales, emocionales, físicas, mentales y mejora como ser humano todo lo que esté en tu mano.

4. Capacidad para perdonar.
En una larga relación siempre se cometen fallos en la vida de la pareja. No importa el amor que se sienta, algunas veces estaremos enfadados, heridos, resentidos acerca de algo que el otro ha hecho o no ha hecho. Estar siempre dispuesto y preparado para pedir perdón es esencial para la estabilidad y salud de la relación de la pareja a largo plazo.

5. Amor sincero.
Es uno de los fundamentos indispensables de una relación sólida. Esto será un buen "seguro" para soportar otras "inclemencias" en la vida de la pareja.

6. Igualdad.
Compartir las obligaciones y los beneficios en régimen de equidad en todo lo que ocurra dentro de la relación de la pareja: retos, responsabilidades, elogios... Ser pareja significa compartir una vida juntos en todas sus facetas y hacer espacio para que la pareja haga sus propias contribuciones.

7. Flexibilidad.
El tiempo y las circunstancias nos cambiarán y por tanto es importante ser lo suficientemente flexible también para adaptarnos y evolucionar. Es esencial, sin embargo, saber que no cambiarás tus principios (valores, compromisos) o en el camino que la pareja debe andar conjuntamente.

8. Compromiso.
En el mundo actual es frecuente enfrentarse continuamente a múltiples prioridades y responsabilidades. Es fácil para una relación actual olvidar la importancia de mantener una relación de pareja como la prioridad más importante, lo que requiere un compromiso contigo mismo en términos de tiempo, energía y dedicación.

9. Ser positivo.
Una persona que piensa negativamente hace la convivencia de la pareja mucho más difícil. Pensar en positivo crea un buen clima en cualquier relación humana, y la relación de pareja no es una excepción.

10. Haz una relación divertida.
Intenta sorprender a tu pareja. La vida es muy larga hazla grata y divertida. Ten tiempo, paciencia e interés para sorprender a tu pareja. Juega, viaja, ríe, llora y vive la vida todo lo intensamente que puedas con ella.

11. Sexualidad.
No caigas en la monotonía y en la apatía. Aunque esté presente un amor sincero y verdadero, la pareja hará bien en cuidar, mimar, desarrollar, mejorar, todo lo relacionado con su vida sexual.

12. Hijos.
Los hijos deben servir para unir y no desunir. Educa y contempla a tus hijos desde la perspectiva de la pareja. Trabaja en la misma dirección y siempre trata de reforzar el papel de tu pareja ante tus hijos.

13. Afrontar conjuntamente los problemas.
Intenta dar una solución rápida y eficaz conforme vayan viniendo...

Dra. Mireya Torres Pabón

Respeto y Admiracion


Dos actitudes que nutrirán tu matrimonio

El respeto y la admiración por tu esposo son elementos fundamentales para nutrir tu matrimonio, especialmente cuando ha pasado la ilusión inicial.

Cuando te casas descubres un mundo de posibilidades y sorpresas para crecer como persona, es como encontrarte que quien verdaderamente eres. Una mujer casada tiene muchas oportunidades para ser creativa, audaz, dulce, impecable ama de casa y sobre todo admiradora y fan número uno de su esposo.

La primera actitud: Respeto.

¿Recuerdas la primera vez que tuvieron una pelea y preferiste guardar silencio? O por lo menos ¿no alzaste la voz?

La actitud “respeto” hacia lo que él es, decide, hace y opina es básica para que la relación de pareja no sufra heridas que con los años si no se cuidan pueden volverse en verdaderas llagas que jamás podrán cerrarse.
El respeto es“la madre de todas las virtudes”,el respeto es la clave para una vida feliz y desde luego para un matrimonio feliz.
Sólo una mujer que respeta tiene la capacidad de adoptar la actitud correcta hacia su esposo, hijos y Dios.

La verdadera calidad humana, tu verdad interior, la mansedumbre o violencia siempre quedará al descubierto a la hora de tener fuertes desacuerdos con tu esposo, e incluso cosas insignificantes (las que en realidad forman el todo) que te exigirán tener autocontrol de mujer para no abrir la boca de una forma necia y así faltarle al respeto.

Cuando el respeto a un hombre se pierde ,empiezas a anteponer el egoísmo y tu propio sentimentalismo.

Muchas veces el silencio será tu mayor arma para que el respeto nunca se pierda. Analízalo despacio. Proteger entonces será defender el amor, apoyar tu relación desarrollando una agudeza femenina que sólo puede nacer del correcto uso de tu inteligencia.

La segunda actitud: Admiración

¿Podrías hoy recordar la admiración que sentiste por él cuando tenían sus primeras conversaciones?, tal vez lo admiraste por su forma de ser con su mamá, o por lo buen estudiante que era, o quizá porque ya era un alto ejecutivo.

Tal vez no fuera nada de eso lo que te cautivó sino más bien su forma de estar en los detalles. La actitud “admiración”, es fundamental para decidirte cada día querer seguir con amor y verdadero compromiso al lado de tu pareja.

Es lamentable ver como hay mujeres que se casan muy enamoradas y a medida que el tiempo pasa van perdiendo poco a poco la admiración que un día dijeron sentir por su esposo. Algunas expresiones como, “es que cuando me case con él su futuro prometía tanto, es que pensé que así como era de atento en el noviazgo sería ya de casados, no tiene nada de deseos de superación, es tan conformista. En realidad no siento que haya nada en el que me motive a admirarle”. Parecería ser que son mujeres que sólo aman lo que ven y sienten, que se desilusionan porque a la hora de convivencia sus expectativas no se cumplieron, dejando la voluntad por asombrarse cada día ante las cualidades del esposo a un lado.

La mujer que admira a su esposo es importante que lo interiorices, es aquella que se siente orgullosa hasta de sus más pequeños logros.


Estrategias para nutrir y defender su amor.

1. Si tu esposo te falta el respeto injustamente. Sé amable y cariñosa con él. Desármalo inteligentemente.
2. Si tu esposo se muestra incomprensivo, irrazonable y agresivo contigo. Sé tú comprensiva con él.
3. Si a veces él es desatento, impaciente, nervioso, indeciso, lento, inconstante, y negligente. Derrocha paciencia y buen humor en tu trato.
4. Si a veces se muestra pesimista y se queja. Muéstrate especialmente alegre y optimista.
5. Si a veces se pasa de orgulloso, autosuficiente o insultante. Sé sencilla y humilde en tus modales. Sé sabia.
6. Si empiezas a perder la admiración por él, recuerda todo lo que a la primera impresión te cautivó de él. Tú puedes hacerlo.


Ten especial cuidado en los detalles

1. Si protesta por todo, te critica, y luce descontento. No te canses tú de alabar sus cualidades.
2. Si alguna vez se muestra ingrato, brusco o insensible. Regálale tu sonrisa y tu perdón.
3. Si es muy autoritario, celoso y hasta injusto. Ámalo así y dale el ejemplo.
4. Si sabes que es lo que le disgusta pon cuidado en no faltar en eso mismo.

Es hermoso poder compartir todos los días de tu vida luchando en todos los momentos, especialmente en aquellos de más tensión por mantener a salvo estas dos hermosas actitudes que siempre nutrirán tu relación.
No olvides que el respeto y la admiración son llaves que un corazón sabio siempre tiene a la mano.

Comunicacion en la Pareja



Aspectos básicos para vivir plenamente
La intolerancia y la falta de respeto en el matrimonio o el noviazgo, generan rupturas dolorosas, malos entendidos y soledad de la noche a la mañana.

La comunicación entre personas es inevitable. Las necesidades, disgustos y sentimientos se ven reflejadas en la actitud que mostramos ante cualquier circunstancia.

Hablar, actuar y exigir a lo que tenemos derecho y tratando de adaptar nuestras obligaciones laborales y personales a nuestra conveniencia. Sin embargo el proceso de comunicación no es individual, siempre existe alguien que recibe todo lo que exponemos ante el mundo. Podemos tener todo lo que deseemos, casas, coches, dinero, ropa y un sin fín de artículos que creemos indispensables para el desarrollo social y emocional durante nuestra vida, sin embargo, estos objetos carecen de un valor si en la convivencia diaria limitamos a los demás a disfrutarlos de igual manera que nosotros. Esta situación es muy común dentro de las relaciones sentimentales, específicamente en la pareja.

Los antecedentes que se tienen en la conducta sentimental es un claro ejemplo de la desinformación y rechazo mutuo que existe entre la pareja. Machismo, celos excesivos, limitaciones, humillación y hasta violencia que denigra la integridad y esencia de cada persona.

La relación de pareja se basaba en el sometimiento de uno del otro. La lucha de poderes era una de las deficiencias que se tenían para poder expresar lo que sentimos y lo que necesitábamos, pero como no se sabía, el otro lo sometía a su voluntad.

Actualmente las parejas están a la búsqueda de soluciones, buscando maneras y formas para relacionarse adecuadamente antes y durante la relación. La base para lograr la sana convivencia se centra en “la negociación”.

“Negociar es darle a la otra persona algo tan valioso como lo que estás esperando que te den, sin someter uno al otro, y así evitar la lucha de poderes. Psicológicamente es cómo se logra el entendimiento y la comunicación con tu pareja”.

Las parejas deben hacer un listado de los límites personales que se pueden soportar de la otra persona. En base a las siguientes preguntas “¿Qué me gusta? ¿Qué quiero? ¿Qué soy capaz de negociar?” y las más importante “¿Qué no voy a soportar?”.

El deterioro de la comunicación radica en la educación formativa y moral que cada persona trae consigo misma.

“Nuestros papás acostumbraban a rebasar sus límites, así fue como crecimos culturalmente. La relación de pareja era discutir para someter la voluntad al otro. Pero eso creaba resentimiento en el otro e iniciaba la lucha de poderes, la persona que era sometida tenía que vengarse”.

Ya sean traumas o no, la mayoría de los disgustos que se generan durante una relación se deben a la omisión y flojera de ponerse a platicar. La susceptibilidad que desencadena una acción o actitud de él o ella se deja crecer a tal manera que el momento menos esperado explota con gritos, llantos y hasta golpes.
“Callarse y acumular la molestia es terrible. Pensamos que si (ella o él) lo hubiera dicho desde antes a lo mejor lo hubiera negociado. Lo conveniente sería explicar: a mí me pasa esto ¿qué podemos hacer? ¿Qué necesitas tú de mí para que puedas dejar de hacer eso?”.

Algunas de las recomendaciones de la experta

El “yo pensé”
Los supuestos es lo que mata la relación, al pensar por el otro no dejamos apertura a cuatro aspectos básicos para la fluidez de la relación.

Conocer al otro
Al iniciar una relación debe de establecerse un objetivo a corto o largo plazo, esto implica adentrar paulatinamente en la vida de la persona en cuestión. Definir y dar un valor a lo qué se busca con esa persona.

Diálogo
El diálogo constante hace que las personas intercambien ideas, sentimientos y opiniones. Se profundiza en las expectativas y metas personas y laborales que hay en la vida de cada persona.

Saber escuchar
Escuchar no sólo es cuestión de oír lo que la otra persona quiere comunicar, sino que esto va más allá de prestar atención y mostrar interés por lo que se dice.

Respeto
Los insultos, las humillaciones, descalificaciones y las actitudes groseras son el origen de una comunicación ineficaz e irrespetuosa. Evita dejarte llevar por el enfado, el estrés y la ira, no controlar las emociones y enfrentarlas de una manera negativa dificultará el entendimiento de la relación.

“Traemos una mala herencia de cómo discutir. Yo te comunico algo para no someterte y obligarte a dejar de hacer algo”.

“Traemos nuestra propia historia y es en base a esto nos volvemos susceptibles a las cosas”.

Matrimonio para toda la vida


Siete claves para tener un amor para toda la vida

Para todos aquellos que están considerando casarse, le invitamos a leer estas siete recomendaciones para tener un matrimonio para siempre:

1. No te cases con la persona con la que tú piensas que puedes vivir. Cásate con la persona con la cual no podrías dejar de vivir. Hay una gran verdad en este consejo. El matrimonio puede ser difícil aun cuando dos personas están apasionadamente enamoradas, pero es como un asesinato cuando ellos no tienen ni siquiera el amor como fundamento.

2. No te cases con alguien cuyas características sientes que son intolerables. Tal vez tú planees cambiar a tal persona en el futuro pero es probable que eso no ocurra. La conducta de la persona fue formada muy temprano durante la niñez y es muy difícil alterarla. Para poder cambiar un patrón de conducta profundamente cincelado, tienes que construir un dique muy fuerte, cavar otro canal y redirigir el río hacia una nueva dirección. Ese esfuerzo por lo general no es exitoso.
Así que, si tú no puedes vivir con la característica que ves en la otra persona durante el tiempo del noviazgo, tal característica te puede plagar por el resto de tu vida.
Por ejemplo, una persona que bebe cada noche, es muy probable que renuncie a tal hábito después de la luna de miel. Si mal gasta el dinero, o si es básicamente desarreglado, o tiende a ponerse violento cuando se irrita, o es extremadamente egoísta, éstas son banderas rojas que tú no deberías ignorar. ¡Lo que ves es lo que obtienes! Por supuesto, todos tenemos faltas, y no estoy sugiriendo que esa persona tiene que ser perfecta para ser un candidato al matrimonio. En realidad mi punto es que tú tienes que decidir si puedes tolerar una conducta inestable por el resto de tu vida, porque esa será la duración de tiempo que tendrás para soportar el asunto.

3. ¡No te cases impulsivamente! No puedo pensar en otra forma mejor de que arruines tu vida, que saltar a esta decisión tan critica sin antes pensarlo seriamente y en oración. Recuerda, la relación de noviazgo ha sido designada para esconder la información, no para revelarla. Los dos ponen la mejor cara para aquél a quien desean atraer. Guardan secretos que puedan hacer peligrar la relación. Por eso mismo, muchos recién casados se llevan una gran sorpresa durante el primer año de su vida matrimonial. Yo sugiero que tomes por lo menos un año para lograr pasar
detrás de la fachada y conocer el carácter interior de la persona.

4. Si tú eres un cristiano profundamente consagrado, no te permitas entrar en una relación de "yugos desiguales" con un incrédulo. Es posible que tengas la esperanza de ganar a tu cónyuge para el Señor en el futuro, y en ocasiones eso sí ocurre. Pero contar con ello es un gran riesgo, y en realidad también es una tontería.
Nuevamente, esta es una pregunta que requiere una buena respuesta: ¿Cuán crítico es para mí que mi cónyuge comparta mi fe? Esto es algo esencial y no negociable, como nos dice la Escritura que debe ser para los creyentes, entonces se le debe dar a este asunto un alto nivel de prioridad antes de tomar la decisión de casarse.

5. No te vayas a vivir con la persona antes de casarte. Hacer algo así es una mala idea por varias razones. Primero, es algo inmoral y una violación a las leyes de Dios. Segundo, tira por debajo la relación y muchas veces conduce al divorcio. Muchos estudios demuestran que las parejas que viven juntos antes del matrimonio, tienen un 50 por ciento más de posibilidades de divorciarse que aquellos que se casan primero; y esto basado en una información que ya tiene 50 años. Aquellos que cohabitan también tienen matrimonios menos satisfactorios e inestables.

6. No te cases muy joven. Aquellos que se casan entre los 14 y los 17 años de edad son dos veces más proclives al divorcio que las parejas que esperan hasta los veintes. El formar una familia requiere algunas características que vienen con la madurez, como por ejemplo la generosidad, la estabilidad y el autocontrol. Es mejor esperar para que estas características se afirmen en nosotros.

7. Finalmente, el mayor secreto de un amor para toda la vida es este: puesto de una manera sencilla, la estabilidad en el matrimonio es un subproducto de una determinación de hierro por hacer que el matrimonio funcione. Si ustedes escogen casarse, entren en ese convenio con la
decisión de permanecer comprometidos el uno con el otro para toda la vida. Nunca amenacen con dejar a su cónyuge durante los momentos de enojo. No se permitan ni siquiera considerar la posibilidad de un divorcio.

! El renunciar al matrimonio no debe ser una opción para quienes desean llegar a la meta!