Respeto y Admiracion


Dos actitudes que nutrirán tu matrimonio

El respeto y la admiración por tu esposo son elementos fundamentales para nutrir tu matrimonio, especialmente cuando ha pasado la ilusión inicial.

Cuando te casas descubres un mundo de posibilidades y sorpresas para crecer como persona, es como encontrarte que quien verdaderamente eres. Una mujer casada tiene muchas oportunidades para ser creativa, audaz, dulce, impecable ama de casa y sobre todo admiradora y fan número uno de su esposo.

La primera actitud: Respeto.

¿Recuerdas la primera vez que tuvieron una pelea y preferiste guardar silencio? O por lo menos ¿no alzaste la voz?

La actitud “respeto” hacia lo que él es, decide, hace y opina es básica para que la relación de pareja no sufra heridas que con los años si no se cuidan pueden volverse en verdaderas llagas que jamás podrán cerrarse.
El respeto es“la madre de todas las virtudes”,el respeto es la clave para una vida feliz y desde luego para un matrimonio feliz.
Sólo una mujer que respeta tiene la capacidad de adoptar la actitud correcta hacia su esposo, hijos y Dios.

La verdadera calidad humana, tu verdad interior, la mansedumbre o violencia siempre quedará al descubierto a la hora de tener fuertes desacuerdos con tu esposo, e incluso cosas insignificantes (las que en realidad forman el todo) que te exigirán tener autocontrol de mujer para no abrir la boca de una forma necia y así faltarle al respeto.

Cuando el respeto a un hombre se pierde ,empiezas a anteponer el egoísmo y tu propio sentimentalismo.

Muchas veces el silencio será tu mayor arma para que el respeto nunca se pierda. Analízalo despacio. Proteger entonces será defender el amor, apoyar tu relación desarrollando una agudeza femenina que sólo puede nacer del correcto uso de tu inteligencia.

La segunda actitud: Admiración

¿Podrías hoy recordar la admiración que sentiste por él cuando tenían sus primeras conversaciones?, tal vez lo admiraste por su forma de ser con su mamá, o por lo buen estudiante que era, o quizá porque ya era un alto ejecutivo.

Tal vez no fuera nada de eso lo que te cautivó sino más bien su forma de estar en los detalles. La actitud “admiración”, es fundamental para decidirte cada día querer seguir con amor y verdadero compromiso al lado de tu pareja.

Es lamentable ver como hay mujeres que se casan muy enamoradas y a medida que el tiempo pasa van perdiendo poco a poco la admiración que un día dijeron sentir por su esposo. Algunas expresiones como, “es que cuando me case con él su futuro prometía tanto, es que pensé que así como era de atento en el noviazgo sería ya de casados, no tiene nada de deseos de superación, es tan conformista. En realidad no siento que haya nada en el que me motive a admirarle”. Parecería ser que son mujeres que sólo aman lo que ven y sienten, que se desilusionan porque a la hora de convivencia sus expectativas no se cumplieron, dejando la voluntad por asombrarse cada día ante las cualidades del esposo a un lado.

La mujer que admira a su esposo es importante que lo interiorices, es aquella que se siente orgullosa hasta de sus más pequeños logros.


Estrategias para nutrir y defender su amor.

1. Si tu esposo te falta el respeto injustamente. Sé amable y cariñosa con él. Desármalo inteligentemente.
2. Si tu esposo se muestra incomprensivo, irrazonable y agresivo contigo. Sé tú comprensiva con él.
3. Si a veces él es desatento, impaciente, nervioso, indeciso, lento, inconstante, y negligente. Derrocha paciencia y buen humor en tu trato.
4. Si a veces se muestra pesimista y se queja. Muéstrate especialmente alegre y optimista.
5. Si a veces se pasa de orgulloso, autosuficiente o insultante. Sé sencilla y humilde en tus modales. Sé sabia.
6. Si empiezas a perder la admiración por él, recuerda todo lo que a la primera impresión te cautivó de él. Tú puedes hacerlo.


Ten especial cuidado en los detalles

1. Si protesta por todo, te critica, y luce descontento. No te canses tú de alabar sus cualidades.
2. Si alguna vez se muestra ingrato, brusco o insensible. Regálale tu sonrisa y tu perdón.
3. Si es muy autoritario, celoso y hasta injusto. Ámalo así y dale el ejemplo.
4. Si sabes que es lo que le disgusta pon cuidado en no faltar en eso mismo.

Es hermoso poder compartir todos los días de tu vida luchando en todos los momentos, especialmente en aquellos de más tensión por mantener a salvo estas dos hermosas actitudes que siempre nutrirán tu relación.
No olvides que el respeto y la admiración son llaves que un corazón sabio siempre tiene a la mano.

Comunicacion en la Pareja



Aspectos básicos para vivir plenamente
La intolerancia y la falta de respeto en el matrimonio o el noviazgo, generan rupturas dolorosas, malos entendidos y soledad de la noche a la mañana.

La comunicación entre personas es inevitable. Las necesidades, disgustos y sentimientos se ven reflejadas en la actitud que mostramos ante cualquier circunstancia.

Hablar, actuar y exigir a lo que tenemos derecho y tratando de adaptar nuestras obligaciones laborales y personales a nuestra conveniencia. Sin embargo el proceso de comunicación no es individual, siempre existe alguien que recibe todo lo que exponemos ante el mundo. Podemos tener todo lo que deseemos, casas, coches, dinero, ropa y un sin fín de artículos que creemos indispensables para el desarrollo social y emocional durante nuestra vida, sin embargo, estos objetos carecen de un valor si en la convivencia diaria limitamos a los demás a disfrutarlos de igual manera que nosotros. Esta situación es muy común dentro de las relaciones sentimentales, específicamente en la pareja.

Los antecedentes que se tienen en la conducta sentimental es un claro ejemplo de la desinformación y rechazo mutuo que existe entre la pareja. Machismo, celos excesivos, limitaciones, humillación y hasta violencia que denigra la integridad y esencia de cada persona.

La relación de pareja se basaba en el sometimiento de uno del otro. La lucha de poderes era una de las deficiencias que se tenían para poder expresar lo que sentimos y lo que necesitábamos, pero como no se sabía, el otro lo sometía a su voluntad.

Actualmente las parejas están a la búsqueda de soluciones, buscando maneras y formas para relacionarse adecuadamente antes y durante la relación. La base para lograr la sana convivencia se centra en “la negociación”.

“Negociar es darle a la otra persona algo tan valioso como lo que estás esperando que te den, sin someter uno al otro, y así evitar la lucha de poderes. Psicológicamente es cómo se logra el entendimiento y la comunicación con tu pareja”.

Las parejas deben hacer un listado de los límites personales que se pueden soportar de la otra persona. En base a las siguientes preguntas “¿Qué me gusta? ¿Qué quiero? ¿Qué soy capaz de negociar?” y las más importante “¿Qué no voy a soportar?”.

El deterioro de la comunicación radica en la educación formativa y moral que cada persona trae consigo misma.

“Nuestros papás acostumbraban a rebasar sus límites, así fue como crecimos culturalmente. La relación de pareja era discutir para someter la voluntad al otro. Pero eso creaba resentimiento en el otro e iniciaba la lucha de poderes, la persona que era sometida tenía que vengarse”.

Ya sean traumas o no, la mayoría de los disgustos que se generan durante una relación se deben a la omisión y flojera de ponerse a platicar. La susceptibilidad que desencadena una acción o actitud de él o ella se deja crecer a tal manera que el momento menos esperado explota con gritos, llantos y hasta golpes.
“Callarse y acumular la molestia es terrible. Pensamos que si (ella o él) lo hubiera dicho desde antes a lo mejor lo hubiera negociado. Lo conveniente sería explicar: a mí me pasa esto ¿qué podemos hacer? ¿Qué necesitas tú de mí para que puedas dejar de hacer eso?”.

Algunas de las recomendaciones de la experta

El “yo pensé”
Los supuestos es lo que mata la relación, al pensar por el otro no dejamos apertura a cuatro aspectos básicos para la fluidez de la relación.

Conocer al otro
Al iniciar una relación debe de establecerse un objetivo a corto o largo plazo, esto implica adentrar paulatinamente en la vida de la persona en cuestión. Definir y dar un valor a lo qué se busca con esa persona.

Diálogo
El diálogo constante hace que las personas intercambien ideas, sentimientos y opiniones. Se profundiza en las expectativas y metas personas y laborales que hay en la vida de cada persona.

Saber escuchar
Escuchar no sólo es cuestión de oír lo que la otra persona quiere comunicar, sino que esto va más allá de prestar atención y mostrar interés por lo que se dice.

Respeto
Los insultos, las humillaciones, descalificaciones y las actitudes groseras son el origen de una comunicación ineficaz e irrespetuosa. Evita dejarte llevar por el enfado, el estrés y la ira, no controlar las emociones y enfrentarlas de una manera negativa dificultará el entendimiento de la relación.

“Traemos una mala herencia de cómo discutir. Yo te comunico algo para no someterte y obligarte a dejar de hacer algo”.

“Traemos nuestra propia historia y es en base a esto nos volvemos susceptibles a las cosas”.